Acudir a un exámen ocular es una de las mejores maneras de proteger tu visión a corto y largo plazo, te ayuda a detectar problemas oculares desde etapas tempranas, lo cual te permite tratarlos a tiempo. Si te inquieta visitar a tu oftalmólogo, ¡no te preocupes! A continuación te presentamos los pasos que conforman a los exámenes oculares:

• Examen físico: el médico examina cuidadosamente tus ojos, su claridad, brillo, movimiento y respuesta pupilar.
• Pruebas del campo y agudeza visual: en este paso se realiza la revisión de tu vista periférica, consiste en mirar en una pantalla una imagen, sólo debes indicar en qué momento se enfoca tu visión (perimetría). También se evalúa la agudeza de tu visión mediante la lectura de la tan famosa “gráfica de optotipos”.
• Evaluación de la refracción: en esta parte ayudas a tu médico a calcular tus dioptrías para realizarte una prescripción más detallada. Consiste en utilizar un refractor computarizado que sostiene cerca de tu ojo, haciendo incidir una luz dentro de éste (retinoscopia), la cual no genera molestia alguna.
• Exámen con lámpara de ranura: con este dispositivo posee un lente de alta amplificación con el cual el oftalmólogo examina las estructuras del frente de tu ojo, antes de esta examinación el médico dilata las pupilas con unas gotas oculares. En este tipo de pruebas se evalúa la aparición de cataratas.
• Exámen de la retina: también llamada oftalmoscopia, consiste en examinar la parte posterior de tu ojo, en donde se encuentran vasos sanguíneos, los cuales ayudan a determinar la eficacia con la cual se controlan padecimientos como hipertensión y diabetes. Se realiza de la misma manera que el examen con lámpara de ranura o un enfoque con luz brillante sobre la pupila.
• Prueba de glaucoma (tonometría): mide la presión de tus ojos con el fin de detectar la posible aparición de glaucoma, el cual da como resultado la ceguera.

Ahora es tu parte de contribuir con tu propia salud visual, acude con tu oftalmólogo y evita la aparición de cualquier padecimiento. Ten presente que debes consultar con tu médico para verificar la frecuencia con la que necesites realizar exámenes oculares en base a tu historial de salud visual.